Cualquiera diría que la ciudad de Valencia estaba ya más que provista de instalaciones culturales pero lo cierto es que la Rambleta resulta diferente. Centro de Arte y Experiencias puesto en marcha en tiempos complicados, sus gestores se han empeñado en lograr atraer a
un público inquieto y con ganas de experiencias intensas y asequibles.
El contenedor es en sí mismo bastante interesante: un edificio de corte frío en un barrio periférico insospechado -San Marcelino-, un monumento aparentemente seco aunque con las suficientes sorpresas en el interior, mucho más cálido y amable de lo que esperas.
El contenedor es en sí mismo bastante interesante: un edificio de corte frío en un barrio periférico insospechado -San Marcelino-, un monumento aparentemente seco aunque con las suficientes sorpresas en el interior, mucho más cálido y amable de lo que esperas.
Hoy nos vamos a ocupar de la solución conseguida en el
servicio de restauración, sumamente original. Seguro que conoces a la familia
Andrés Salvador. Su trayectoria valenciana incluye los restaurantes La Sucursal y
Vertical, también La Sal en y con el Hotel Ad Hoc Parque, y más recientemente ese singular
establecimiento que se llama Coloniales Huerta.
El grupo atesora estrellas Michelín y es un referente de civismo en el sector. Colaboradores habituales en todo tipo de actividades de formación y aliados de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Valencia, están en la vanguardia científica desde todos los puntos de vista. Somos amigos pero eso no significa que perdamos nuestra pasión por la precisión como comunicadores, todo lo contrario. Ya lo sabes.
Fruto de su compromiso cívico, ahora Javier Andrés dirige también SUMA Restaurante, un establecimiento con todas las de la ley y al mismo tiempo taller de prácticas para los alumnos de sala y cocina de la Escuela Gambrinus de Valencia. Todo se cuida hasta el extremo, desde los entrantes -mira la crema de apio con tropezones de pulpo y berberecho y un tratamiento "cuasifinger" de berenjena más arriba- pasando por los platos centrales -ese canelón de salmón y guacamole al pesto o suquet de rodaballo, más abajo- y el postre, claro, con la suite sorpresa de gominolas y bombones, ya bien conocida.
Este es un proyecto compartido con Heineken, esa clase de empresa socialmente responsable que no sólo proporciona alegrías con sus productos sino que hace gala del máximo respeto por el futuro de todos con un compromiso medioambiental riguroso y, en España, con su inversión en formación para la hostelería y la restauración a través de la citada Escuela Gambrinus. El maridaje de Heineken y la familia Andrés Salvador es perfecto.
Con un espacio escénico envidiable, unos precios muy asequibles, un servicio simpatiquísimo y posibilidades adicionales de sumar valores a la experiencia culinaria convirtiéndola en un evento diferente con música, performance y arte, SUMA Restaurante es toda una recomendación que nos sale del corazón con la más absoluta objetividad. Acércate a la Rambleta a ver alguna exposición, actuación musical o teatral y completa la experiencia degustando sus propuestas, inmejorables en relación precio-calidad.